MAYO 2022-1

Isleria es uno de esos pajaritos que uno no se cansa de mirar

Es como todos los hormigueros, cafecito con negro, punticos blancos, pequeño. Pero cuando uno se toma el tiempo de observarla se da cuenta que es diferente, muy interesante, no por nada la separaron en un género nuevo (Isleria cuando antes era del género Myrmotherula). Pero esta es solo una de las cosas que aprendes de la historia natural, la mejor parte siempre está en los detalles. Aquí van algunos de esos detalles de la reproducción de este hormiguero amazónico:

La parte más chevere de describir un nido, es encontrarlo. La emoción de ese día no cabe en una página: Estábamos en Perú, en las tierras bajas inundables cercanas al río Madre Dios, en septiembre de 2011. Andaba por una de mis trochas favoritas, Capibara, que va paralela al río y se inunda cuando llegan las lluvias. Iba tratando de encontrar algo que se viera como un nido, sin mucha experiencia, pero a la expectativa, y es que uno nunca sabe que cosa maravillosa se puede encontrar en la Amazonía. Buscaba hojas apiladas, un cúmulo de musgo más grande de lo normal, algo que llamara la atención en alguna rama, y nada. Caminaba y caminaba y caminaba y nada. Hasta que apareció un pajarito pequeño revoloteando en el suelo, a 20 cm de mis pies, como si tuviera el ala rota. Y el corazón sete pone a mil, y sabes que hay un nido, pero ¿cómo será? ¿dónde estará? Y quieres estar seguro de no pisarlo si está en el suelo, de no tumbarlo si está en un árbol. Después de un rato ahí estaba:  una copa pequeñísima debajo de una plántula, construida de hifas negras, con dos polluelos recién eclosionados, de un poco más de un gramo, de piel gris oscura, ¡¡¡increíbles!!! Ahí empezó esta historia, era mi primer nido en el proyecto, a medio metro del suelo y no mucho más grande que una galleta oreo. 

Te pasan un montón de pensamientos por la cabeza, lo primero que hay que saber es la especie: con esos colores y la forma de forrajear llegas rapidito a la familia de los Hormigueros (Thamnophilidae). Ahora, el gran debate de trabajar en la Amazonía es si esperar a identificarlo para tomar medidas del nido (como dice el protocolo) o medirlo inmediatamente, por la alta probabilidad de que cuando regreses con la cámara trampa algún depredador haya tenido tanta suerte como tú y lo haya encontrado. Yo opté por medirlo inmediatamente: empiezas por tomar la mayor información en el menor tiempo posible para alterar poco a los padres y los polluelos. Mides el nido, alto, largo, ancho, profundidad, y después te maravillas mientras mides los polluelos, pequeñísimos, les das un nombre (aunque el protocolo dice número), y tomas las medidas básicas de peso, pico, ala (o lo que será el ala) y cola (que aún no tenían).

Figura 1. Así se ve una parte de la libreta de campo con un dibujo del nido y las medidas registradas.

Los adultos no regresaron al nido en un rato, así que era el momento perfecto para ir a la estación a recoger la cámara trampa. En el camino uno piensa en todas las 44 especies de hormigueros que hay en Manu y empieza a descartar en la cabeza: 1) Los hormigueros grandes del dosel, descartados, era muy pequeño. 2) Los hormigueros que son todos oscuros, descartados, tenía puntos en el ala. 3) Los hormigueros amarillos o rojizos descartados, era gris oscuro con puntos blancos. Pero te quedan al menos dos docenas de especies potenciales. Para entonces, ya has llegado a la estación feliz a contarle a los amigos que encontraste un nido.

La emoción se contagia y todos quieren ver las fotos, y aumenta cuando otros investigadores, con mucha más experiencia, te dicen: “no sé qué especie es”. Probablemente sea un nido que nunca hemos encontrado. Y entonces tomas la cámara trampa le pones 12 pilas y caminas tan rápido como sea posible, una hora, para encontrar por segunda vez, el que siempre será mi nido favorito.

El nido por suerte no había sido depredado. Instalé la cámara y me senté a observar desde lejos. Cuando los adultos llegaron a alimentar a los polluelos, fue fácil confirmar que era una especie de hormiguero; ambos adultos llegaban a alimentar, tenían dimorfismo, uno era café claro y el otro gris muy oscuro. Eran pequeños, con puntos en las alas, parecían alguna especie de Myrmotherula, o Epynecrophylla. Pero había algo muy particular, llegaban forrajeando muy bajo, casi desde el suelo, y tenían cola corta, muy corta; esas características y unos puntos sobre la cola eran los detalles que estábamos buscando y que hacían a esta especie distinta de otras Myrmotherula. La especie era Isleria hawxwelli: un hormiguero de cola corta con puntos blancos en las alas y en la cola, que forrajea cerca del suelo o en el estrato inferior del sotobosque, cuya biología reproductiva había sido poco documentada.

Figura 2. Desarrollo de los polluelos de Isleria hawxwelli

Los días siguientes estudiando esta especie fueron muy emocionantes, este hormiguero pequeño de distribución amplia, pertenece a un género recién descrito (2012) y tiene una historia de vida excepcional. La primera sorpresa fue ver crecer los polluelos rápido, muy rápido, con una tasa de desarrollo alta; en 10 días los polluelos se habían ido exitosamente del nido. Este desarrollo rápido ha sido descrito para la familia de hormigueros, pero resulta extremo en esta especie. La segunda sorpresa, que no fue en este nido sino en otro encontrado después por un colega, es que los huevos tardan 21 días en eclosionar. Un periodo de incubación muy largo, al extremo superior del rango descrito para la familia. La tercera sorpresa es que, aunque ambos adultos cuidan del nido, los adultos pasan solo la mitad del tiempo en el (~52%), lo cual es poco común en especies con cuidado biparental y posiblemente sea la razón para el periodo de incubación excepcionalmente largo.

Figura 3. Huevos, nido y polluelos de Isleria hawxwelli

En resumen, una especie con una historia de vida fascinante, cuidado parental bajo, incubación larga y periodo de polluelos corto, en parte diferente a lo que conocemos para otros hormigueros. Esto nos demuestra que la historia de vida natural es importante para entender otros aspectos ecológicos y evolutivos de las especies. Lo que uno no piensa mucho en campo es que la historia que uno escribe en las libretas, solo se termina de escribir cuando otros la pueden leer en una revista. Esta es la historia completa de Isleria hauxwelli y su estrategia de reproducción excepcional por si la quieren leer. 


Escrito por: JENNY MUÑOZ, PhD candidate, University of British Columbia

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