ENERO 2023-1
UN DIBUJO VALE MAS QUE MIL PALABRAS
La ciencia y el arte han sido consideradas como disciplinas distintas, sin embargo, ambas buscan comprender y explicar el mundo que nos rodea. En el campo de la ornitología, la ilustración científica ha demostrado ser una herramienta valiosa para describir y comprender la biología de las aves. Personas como Charles Darwin, John James Audubon y Ernst Haeckel usaron las ilustraciones en sus estudios para fascinar y transmitir sus ideas sobre la naturaleza. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta práctica ha ido disminuyendo. En este sentido, el estudio de la biología de la nidificación en la especie Conopophaga castaneiceps es un ejemplo perfecto de cómo podemos volver a utilizar la ilustración científica como una herramienta clave para comprender una especie.
En el Parque Nacional Tatamá, en Colombia, llevamos a cabo un estudio para describir y entender la biología de nidificación de Conopophaga castaneiceps. Durante los años 2014 y 2015, un equipo de investigadores buscamos activamente nidos en un rango altitudinal de 1200 a 2600 metros sobre el nivel del mar. Los nidos encontrados fueron medidos y sus huevos y polluelos fueron pesados y examinados para determinar su desarrollo. Además, hicimos uso de sensores térmicos para medir la temperatura dentro y alrededor de los nidos y utilizamos cámaras trampa para registrar el comportamiento parental durante la etapa de polluelo.
Pero ¿cómo se relaciona esto con la ilustración científica? Durante el estudio, se tomaron notas detallada y fotografías, que luego facilitaron la creación de ilustraciones en acuarela; un poco a la vieja usanza. Pronto encontramos que estas serían una herramienta valiosa para comprender y presentar el comportamiento y la historia natural de esta especie. Utilizando técnicas de ilustración tradicionales (acuarela) logramos crear imágenes de huevos y el volantón de forma estandarizada. En especial pudimos plasmar la coloración y características promedio de los huevos y volantones de esta especie.
Basados en literatura, también ilustramos los huevos de otras especies del género que nos ayudaron a entender mejor los patrones de manchas y formas del género Conopophaga. Y disponiéndolo en una filogenia, ¡PUMMM! Teníamos una forma muy sencilla de determinar las similitudes y las diferencias en su forma y su color a lo largo del género. Estas comparaciones nos ayudaron a entender mejor la relación entre las diferentes especies dentro del género Conopophaga y simplificar estudios futuros sobre la reproducción de este grupo de aves.
En cuanto al desarrollo de los polluelos pudimos dar un valor agregado a la descripción de su desarrollo. De forma digital ilustramos paso a paso el proceso de desarrollo y aparición de plumas. También usando nuestras viejas acuarelas pudimos desarrollar la ilustración del volantón. Creemos que estas mostrarán el desarrollo de una forma que no pueden las fotos. Una ilustración puede mostrar detalles que no son visibles en una foto, mientras que una fotografía puede proporcionar una representación precisa y realista de un organismo o proceso.
Soy fiel creyente que las nuevas tecnologías facilitan el entendimiento de la historia natural, desde las cámaras trampa, los sensores térmicos, lenguajes de programación y recursos estadísticos ayudan a ver las aves de forma nunca antes imaginada. Pero considero que recursos como la ilustración científica nos brindan una noción única del mundo natural, un encanto perdido y sobre todo plasmar ideas que de otra forma fueran muy difíciles de expresar. Finalmente, ilustrar la ciencia no es siempre fácil. Uno de los mayores desafíos es encontrar la manera de representar de manera precisa y comprensible la información científica, especialmente cuando se trata de comportamientos complejos o patrones a gran escala.
Agradecemos a Richard V. Araci e Isabel Garavito por encontrar y monitorear
los nidos de 2014, a Jhan C. Salazar y Freedy Gamboa por su ayuda en el
monitoreo del nido de 2015 y a todos los ayudantes de campo por su valiosa
colaboración. Agradecemos a Parques Nacionales Naturales de Colombia,
especialmente a M.E. Giraldo, por brindarnos el apoyo necesario para trabajar
en el Parque Nacional Tatamá. Agradecemos también a Leopoldina Tapasco y su
familia por su hospitalidad y apoyo durante el trabajo de campo.
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